lunes, 7 de noviembre de 2011

En una oportunidad...mil

Cuando el tiempo es lo que me sobra, me gusta regresar a casa en la 36, un ómnibus donde con un sólo pasaje puedes hacer un tour por toda la ciudad.

En mi paseo de casi una hora y media, observo por la ventanilla el ir y venir de la gente, y  la salida y entrada de apurados extraños al bus, escolares con mochilones riendo, mujeres con grandes bolsas regresando del mercado, jóvenes de saco y corbata con una mano en la manija y otra en el celular, ... e infinidad de aquellos que suben para trabajar vendiendo alguna cosilla o para pedir alguna ayuda. 

Aquellos que piden, siempre comienzan con un discurso previo, donde nunca falta el "no me hará rico ni a usted pobre"...y aquellos son mujeres, hombres, niños y ancianos. 
No puedo recordar todas las caras e historias... son demasiadas.. aunque eso me disguste...pero hay una.

Aquel que puedo recordar, no tengo el nombre para decirlo..pero si la historia, estaba recién salido del penal por un crimen del que era culpable, la cárcel le dejó dos regalos: "el deseo de cambiar su vida" y "el HIV". No deseaba lástima de la gente porque decía "tenía lo que merecía", no quería que le regalen nada porque "tenía fuerza y era joven", pedía que le compraran su trabajo.. para "volver a su pueblo".. "para salir adelante"... "para vivir dignamente".

Presté atención a cada palabra, con una mezcla de lástima y desconfianza instintiva, hasta que preguntó:


"¿Seamos sinceros, cuántos de ustedes me recibirían en su casa? ¿cuántos me darían un trabajo? ¿cuántos confiarían en mí de nuevo?".


Sus preguntas dichas sin un pelo de rencor las recibí como un golpe a mi ego...porque siendo totalmente transparente la respuesta sería "pocos"..."uno"..."nadie"..."ni siquiera yo lo haría".

Es tan común la desconfianza, la condena eterna por un error, la incapacidad de perdonar sin requisitos, la negativa de dar otra oportunidad sin prejuicios.


¿Por qué?


La respuesta la encontré en mí...porque tengo miedo, porque hacerlo es un riesgo...un riesgo que pocos corren.

Aún así.. me gustaría tanto pertenecer al Club de "Los Pocos".

Vivir sin miedo.
Confiar sin restricciones.
Perdonar de corazón.
Dar mil oportunidades...

"Aunque en aquella oportunidad ... sólo pude comprar lo que ofrecías ... sólo pude desearte lo mejor..
Espero algún día poder dar mil... o más".


                                           
    Mimy F.
         Por la valentía de perdonar, por la bravura de confiar...por una suscripción vitalicia al Club.




25 comentarios:

  1. Mimy.... lo que escribes es muy cierto... pocas personas son capaces de confiar, perdonar y vivir sin restricciones... pero poco a poco con cada detalle podemos llegar a al menos cambiar un poco las cosas... Con post como este que escribiste es que podemos ponernos la mano al corazon e intentar volver a confiar en alguien que una vez se equivoco... y asi cambiar el mundo egoista en el que vivimos por uno en el que ser humanos sea mas que velar solo x nuestro propio bien! Saludosss....♥

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  2. Marielita,

    Cuando esto pasó, me di cuenta que mi capacidad de confiar y perdonar..quizás tenía un límite..auto impuesto, aprendido o no..lo tengo..
    Y me gustaría tanto decir que no es así... y sentir que no es así. Así que esto es algo que quiero alcanzar..quiero sentirlo de corazón y sin límites..no sólo decirlo. Lo mejor de ser humano es que ningún propósito queda en saco roto ni tienda fecha de vencimiento.
    Un besote :).

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  3. Mimy:
    Vaya que fuerte. La verdad yo no daría ni una oportunidad, ni hoy, ni nunca creo. Te mentiría si dijera lo contrario. Sólo estaría dispuesto a dar una oportunidad si es un familiar mío muy, pero muy cercano. Por el bien de mis hijos no dejaría que ningún peligro se acerque.
    Es digno y de admiración las personas que ayudan y dan oportunidades. Si soy sincero y me lo pregunto, creo que no lo haría. No por mi, sino por los que más amo.
    Genial entrada como siempre. Dándonos un sacudón al corazón y a la conciencia.
    Un abrazo.

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  4. Eduardito,
    Admiro tu sinceridad y la respeto mucho... a mí también me gustaría perdonar y confiar sin límites, aunque en este momento no lo pueda hacer..siendo igual de honesta que tú, para mí es muy difícil.
    Sin embargo es algo que me gustaría lograr, no solamente para sentirme mucho más libre en mi misma.. sino aquellos que aunque sean pocos lo merecen de verdad.
    Es una tarea ardua :).
    Un abrazo grandotote

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  5. No quiero verme como una persona mala pero yo no confío ni un poquito en la gente de la calle.

    Siempre he sido de corazón noble, las veces que viajaba en ómnibus era de los que compraba todo tipo de dulces, dejaba propinas o invitaba lo que estuviera comiendo. Un día, hace como 15 años, me encontraba en una comisión por la Av. Abancay y le estaban pegando a un pequeño de 9 años, se llamaba(o se llama) Martín, lo defendí y lo subí a la camioneta de patrullero, estaba llorando y me agradecía, yo trataba de consolarlo y un colega con el que trabajaba me decía que por qué lo había subido al carro, que estaba sucio y que lo regresara a la calle.

    Lo bajé de la camioneta y me miró de una forma intensa como pidiéndome algo, le ofrecí dinero y lo rechazo, le ofrecí llevarlo a su casa pero decía que sus papás lo habían abandonado de chiquito y que siempre se encontraba con sus hermanos(menores también) en una calle de por ahí, a la vez me decía que ya no quería regresar a ese lugar, que no le gustaba dormir en la calle y todas las maldades que le hacían...en ese entonces yo tenía a mis hijos pequeños, casi de la misma edad y de solo imaginarlos en la calle, se me partía el corazón.

    Como mi turno estaba por terminar, lo invité a comer y ahí me di cuenta que era bien educadito y que a pesar de nunca haber ido al colegio, hablaba correctamente, sin muchas jergas y hasta me contaba de las noticias actuales, porque por donde “vivía”, había un anciano que le gustaba hablar y hablar y a él eso le fascinaba, al terminar la tarde, le pedí que se cuidara y que no se metiera en líos pero era tan extraño dejarlo así...en el medio de la nada, no era como dejarlo en la puerta de su casa y saber que estaría bien, hasta que me hizo la pregunta que no quería escuchar..."Vives solo? Llévame contigo". Le expliqué que tenía una esposa y 3 hijos de su edad, que mi casa no era tan grande pero me quede pensando unos minutos y mi Aldo buena gente se compadeció e hice una llamada a mi casa, hablé con mi esposa y le conté el tema, ella nunca estuvo de acuerdo pero al final la convencí.

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  6. Esa noche cenamos todos y mis hijos se hicieron amigos rápido de Martín, era como un hijo más, hasta era más cariñoso que mis propios hijos, me ayudaba en todo, cuando limpiaba el auto él era el único que se ofrecía, cuando yo no estaba presente, él era el que arreglaba las cosas en casa y mi esposa siempre se aprovechaba porque le hacía cargar de todo..en fin..pasaron aproximadamente 5 meses y un día Martín salió temprano sin avisar, todos estábamos preocupados, yo había llamado a varias amistades para que me ayuden con el caso pero no dábamos con el, hasta que volvió como a las 8pm, obviamente le llamé la atención, le pregunté dónde había estado y lo único que respondió fue “salí a conocer la calle y me perdí”, repetía una y otra vez esa frase que hasta daba miedo porque lo decía con una mirada al vacío.

    Una noche anterior yo había retirado mi sueldo de ese mes y se lo había dejado en el escritorio de mi mujer pero como ella había salido a una reunión, no me dio tiempo de avisarle que lo había dejado ahí. Al día siguiente con todo el tema de la desaparición de Martín, ni siquiera había recordado el dinero, hasta que lo mandé a su cuarto y en la casa había un silencio total. En la mañana fui al cuarto de Martín para pedirle disculpas y para que me explique lo que pasó realmente y grande fue mi sorpresa cuando no lo encontré y tampoco sus cosas, inmediatamente fui al escritorio de mi mujer y no estaba el dinero, la levanté para preguntarle y ella no sabía nada.

    Mi querido Martín, me había robado y no solo eso, se había llevado las joyas de mi mujer, nuestros aros, y una foto que nos habíamos tomado los 6. No lo busqué más y hasta el día de hoy no he vuelto a saber de él, me dolió bastante que me hiciera eso, todo el mundo me advirtió pero bueno…fueron cosas materiales, felizmente no le hizo daño a mi familia y se fue sin más.

    Sé que solo fue una mala experiencia y que todo fue mi culpa pero lastimosamente ya no creo en la gente, es algo que me marcó porque realmente me encariñé con ese chiquito, sé que no todo son iguales y que debería perdonar pero ya han pasado bastantes años y a la edad que tengo créeme que he intentado ver con otra cara a estas personas pero no puedo.

    Te mando un beso Mimy, tu post ha sido realmente bueno, disculpa por el testamento que te dejé, imagínate que lo tuve que partir en 2 jeje, te lo quería mandar por correo pero no tengo el tuyo, a ver si me lo dejas.

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  7. Aldito,
    Me gustan los comentarios tipo testamentos...no te preocupes ;).
    Es verdad, ¿de donde crees que sale mi propia desconfianza?.. al igual que tú varias veces "dí" y me fallaron, "ayudé" y me decepcionaron. Y esto me pasó no sólo con extraños, sino con personas de mi entera confianza. Creo que este miedo que siento de volver a creer...es por esas malas experiencias.
    No te voy a decir que no duelen, porque duelen mucho...ni que se olvidan de la noche a la mañana, porque con algunas hasta ahora tengo que lidiar... pero aún así...quisiera poder volver a recuperar eso que perdí...mi fe en la gente.
    Tal vez valga la pena volver a creer...por ese "uno" que en verdad lo necesita..porque si les damos la espalda a todos...también se la damos a ese "uno".
    Te entiendo totalmente, lo que te pasó fue algo muy difícil porque le diste todo tu corazón y le pusiste la mejor intención de ayudar. Y de alguna manera le ayudaste...le enseñaste con tu actitud que hay personas en el mundo que están dispuestos a darle una mano sin esperar nada...tal vez en ese momento él no lo vio y lo apreció, pero ten por seguro que te recuerda como alguien "diferente" a todos los que le voltearon la cara y quizás en algún momento de su vida sepa que tiene una alternativa.
    Hiciste algo muy bueno, nunca de arrepientas de eso... porque lo hiciste con verdadero cariño.
    Un abrazote gigante...mi tierno amigo ;P.

    PD: Mi mail es mimymundo@gmail.com :)

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  8. Hola Mimy. Muy directo y sincero tu post.

    Es un tema muy difícil y muchas veces, la desconfianza es natural sobre cuando has extendido la mano y has recibido a cambio, ingratitud y traición. Y si encima está incorporado el elemento llamado "riesgo" o "antecedente", la situación se complica mucho más.

    Yo no lo haría, pero respeto a quienes tienen la valentía de hacerlo y la voluntad de servicio. Y en un espacio donde abunda la charlatanería, hay más motivos para desconfiar de los que suben a un micro a pedir ayuda. Si hay algo que eriza escuchar es cuando alguien dice tan campant "levántame la moral". Simplemente me pregunto, "¿por qué cuernos te la tengo que levantar yo? Levántatela TU mismo".

    Te mando un abrazo gigante.

    LUCHO

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  9. Luchito,
    Si que es un tema muy difícil, admiro a las personas que dicen "no puedo hacerlo"..es preferible en lugar de afirmarlo a viva voz y nunca hacerlo en realidad.
    Los discursos para tocar el corazón de la gente son tan variados .. algunas palabras y frases tan manoseadas que parecen aprendidas de paporretazo. Todo esto muchas veces sólo sirve para hacerme desconfiar aún más. Por "un sólo granito de arroz en mal estado" condeno a todo el "saco"..es que el riesgo es grande.
    Volver a confiar es un proceso largo, de la misma manera que perderla no fue de la noche a la mañana. La ingratitud y traición son piedras que se atraviesan en este camino de retorno.
    Sin embargo y a pesar de todo, sigo queriendo entrar al club., la fe es lo último que se pierde y quiero tenerla también por el resto del mundo.
    Un besotote :).

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  10. No soy tierno Mimy :(

    Re-Pd. Ya te agregué, soy aldo.biyareal@hotmail.es

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  11. tengo entendido que hay toda una mafia detras de las personas que piden dinero en calles y buses. por eso mi regla personal es solo dar dinero si es que son niños tocando algun intrumento musical, o a cambio de ole ole's, que si soy capaz de comprarme una bolsa entera. un beso, mimy :)

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  12. Rubén,
    Si lo eres...soy super contreras! ;).
    Ahora tengo el tuyo :).

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  13. ludobit :),

    Cuando un niño pide en la calle no puedo evitar sentir tanta tristeza... si la esencia del ser humano o el alma tuviera forma sería la de un niño..así que verlos sufriendo, haciendo cosas que son muy pequeños para entender es tan duro de ver.
    Es imposible que no te toquen el corazón...y termines con un bolsillo lleno de ole oles...aunque no comas dulces :).
    Otro beso y que tengas un lindo día!

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  14. Hola Mimy!

    Pensándolo bien creo que muchos no confiamos porque no hemos perdonado errores pasados, ni de los demás, ni de nosotros mismos. Hemos creado una coraza entre nosotros y el mundo exterior, que es invisible, pero se hace muy presente en ocasiones tan simples como cuando alguien te pide un libro prestado y te lo piensas dos veces porque sospechas que nunca te lo devolverá. Más aún con gente extraña, que quizá solo veas una vez en la vida y que te digan una historia que quizá hayas escuchado muchas veces antes, sin saber cuantas veces fue verdad y cuantas mentira.

    He visto muchas de esas historias en mis viajes interurbanos. Suelo tomar la 73, creo que la 36 es el Santa Cruz. Y se ven muchas cosas. Una de las que más me impresionó fue la de un chico que tenía los riñones inutilizados y debajo de la ropa tenía una bolsa donde se le acumulaban los desechos líquidos y vendía caramelos para juntar dinero comprar otra y que se le cambiaran todos los días en el hospital. Creo que me chocó especialmente porque el hermano de un amigo tiene ese mismo problema en los riñones y la diálisis que le hacen lo está consumiendo cada vez más.

    Un saludo Mimy, tu blog siempre es reflexivo, ojalá podamos todos confiar al menos un poco más, sin importar que el sentido del mundo vaya en contrario :O

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  15. Tropicólogo :),

    Las experiencias pasadas nos enseñan a no confiar, a pensarlo muchas veces antes de decir "si" y de dar una oportunidad a los demás..creo que como dices nos condicionan querámoslo o no.
    Muchas veces pienso en cuantas de esas historias serán ciertas?..en cuantas sólo habrá interés y cuantas serán reales?.
    Lo que pienso es que aún si la causa es una mentira..si tu motivación es real, eso es lo que cuenta.. las ganas de ayudar de esa manera nunca caen en saco roto, porque vienen del corazón.
    Ojalá todos pudieramos confiar mucho más, pero es un proceso de reaprender :).
    Un abrazo y que tengas el mejor día !

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  16. Wow. Mimi. Es verdad, tantas mentiras nos hacen dudar de ayudar, pero nos decimos "buenos", pero "el que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado."

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  17. Bellarte :),

    Mentiras, hábitos y condicionamientos previos. Creo que todos nacemos con "una fe total en los demás", es a lo largo de nuestra vida y de los golpes que nos damos que nos aleccionamos.
    Eso que dices me recuerda cierto debate sobre la naturaleza humana, ¿somos buenos o malos por naturaleza?..sigo creyendo que todos somos buenos en esencia .. y que sólo debemos dejarnos llevar por esta "esencia", que es parte inherente de nosotros.
    Diría que "el que sabe hacer de bueno y no lo hace...tiene miedo".
    Un abrazo enorme y que todo el día tu esencia brille :).

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  18. Hola mimy
    Es muy cierto lo que dices ese miedo a alguien desconocido a ayudar y que tal te pase algo, no lo puedo negar yo no lo haría, pero ayudar con algo que podamos hacer una moneda un pan, aunque algunos no saben aprovechar tal vez por eso la desconfianza, hace tiempo hablábamos de eso en el blog a veces no ayudamos por mala experiencias y esta mal juzgar a todos por unos cuantos.
    En fin es muy triste ojalá algun día ya no haya personas que estén así ojalá alguien les de una oportunidad y nosotros darnos una para ayudar a alguien.


    Saludos

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  19. Mimy, cuando no escribiendo tantas cosas lindas desde el fondo del alma. Realmente la vida es tan cruda... esas personas, escondidas entre los que piden sin necesidad, es la que vale una y mil oportunidades como dices... qué estará pensando esa pobre almita... ¿xq a mí?
    Gracias por siempre hacernos pensar.
    Te mando un super beso!

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  20. Hola Socias!,

    Es muy cierto lo que dicen, para comenzar a ayudar quizás basta "con lo que puedes dar", "con lo que estás dispuesto a entregar de buen corazón"..una moneda, un pan o hasta un buen deseo hacia esa persona.
    Este tema me tocó mucho, porque me hizo darme cuenta de mi propia incapacidad para hacer ciertas cosas, de mis límites como ser humano.. descubrir esto es frustrante y al mismo tiempo fascinante, porque puedes trabajar en ello cuando lo asumes :).
    Bienvenidas y gracias por el comentario.
    Un abrazote...doble.

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  21. Marité :),

    Exactamente esa es la duda que me mata.. que aunque sé que muchos se aprovechan, hay otros que realmente necesitan de esa monedita para seguir viviendo...¿como filtrarlos?¿como saber cual es cual?.
    A veces simplemente me dejo llevar por el corazón...con la filosofía de que incluso si mi ayuda no es necesitada por la persona que lo pide..de alguna manera llegará a cumplir su destino final.. dar una mano invisible a alguien, el algún momento y el algún lugar.
    Un besote y que tengas un hermoso día.

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  22. Wow, ellos sí que comentan D:, me dejan como el más parco xD. Señores, dejen de comentar tanto que me hacen ver como un punto en un mar de letras xD! Bueno, en lo personal, nunca necesité una oportunidad, hasta hace poco. Y pues, sentía que... no me la merecía o... que tal vez no podría hacer uso de la misma. Pero de cierto modo empiezas a valorar todo lo que tuviste y te propones las cosas más en serio. El problema de las mil oportunidades son los recursos... Quién no quisiera dar oportunidad a cada persona que se le cruza en frente? Al menos yo sí. Ojalá algún día pueda darme ese lujo y devolver las oportunidades que se me otorgan en este momento. Saludos.

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  23. Víctor,

    A veces para dar una oportunidad no se necesita más que una palabra o un gesto, "te perdono", "cuenta conmigo", "Lo haces muy bien", "sigue adelante"..
    Las palabras y los gestos venidos del corazón pueden significar muchísimo para el que los recibe y los necesita :).
    Un abrazote.

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  24. La historia de Rubén me dejó como que “…..”.

    No me considero una persona mala, pero tampoco soy un alma caritativa. Varias veces me he hecho esa pregunta, y tampoco acogería a un desconocido en mi casa. No pondría en riesgo mi vida (etc) ni de los que más quiero por ayudar a alguien. Sólo puedo hacer eso por un amigo o alguien en cuyos ojos pueda ver la confianza.

    Tal vez soy cerrada, pero me considero una persona buena pero no quiero serlo demasiado. (como dicen, lo único bueno en exceso es la gratitud)

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  25. Hola Paty,

    Es difícil no tener desconfianza y mucho más con una desconocido..Dá mucho miedo por el riesgo que implica.
    Incluso cuando pienso de esta forma..no puedo evitar desear ser "una de esas personas" que pueden hacerlo..que dan miles de oportunidades y ¿cómo lo hacen? ¿cómo lo logran?¿cómo se siente poder hacerlo?.

    Quizás algún día pueda..pero no hay que considerarnos cerrados o menos buenos..es mucho más sincero dar a los demás lo que realmente nos sale del corazón, lo que podemos en su momento .. que pretender algo para lo que no estamos listos :).

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Gracias por la visita ... si quieres seguir leyendo eres libre...y si quieres dejar un comentario..te ganaste una sonrisa :).

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